Los teléfonos obsoletos o inservibles se reciclan con una empresa especializada respetando el medioambiente. Sin embargo, los teléfonos que puedan ser reutilizados, se acondicionan y se les da una segunda vida útil alargando así su función y por ello minimizando aún más el impacto medioambiental. Así, los teléfonos donados, son enviados a la central de CMR en Londres, empresa gestora de residuos, dónde son clasificados según su estado de funcional u obsoleto. Aquellos que funcionan se vuelven a poner en circulación nuevamente, mientras que los inservibles son enviados a una planta de reciclaje dónde los materiales se separan convenientemente. Todo el proceso del reciclado se lleva a cabo conforme a la directiva europea vigente y además CMR cuenta con los certificados de la ISO 1400: Estándar internacional en la gestión ambiental y el Reglamento EMAS: Normativa europea de sistemas de gestión ambiental.