El por qué de este laboratorio
El laboratorio de Burundi nos va a ayudar en primer lugar a diagnosticar si una lesión que aparezca en la piel o en cualquier órgano interno es infecciosa o tumoral, o si es maligna o benigna. Sólo con esa información podemos plantear un tratamiento antibiótico, si fuera infeccioso, o quirúrgico si fuera maligno.
El segundo pilar del laboratorio será el poder hacer citologías vaginales para poder diagnosticar precozmente el cáncer de cuello de útero. Y la tercera misión del laboratorio será poder determinar, a través de biopsias, el origen de las úlceras de la piel. Una cantidad alta de personas en Burundi tiene úlceras cutáneas, que son muy incapacitantes y en numerosas ocasiones llegan al hueso, que se infecta. Con este laboratorio se va a poder saber el origen de estas úlceras, para así poder instaurar un tratamiento efectivo.
Dos enfermedades que se podrían erradicar
Este laboratorio nos permitirá, además, tratar patologías como el pian y la úlcera de Buruli que son dos de las más de veinte enfermedades tropicales desatendidas que existen en el mundo según la Organización Mundial de la Salud. El pian es una enfermedad endémica tropical producida por una bacteria muy similar a la que produce la sífilis. A pesar de que esta enfermedad también se la conoce como la “sífilis de los niños”, no se contagia por vía sexual sino por contacto directo piel con piel. La enfermedad se manifiesta en la piel en forma de grandes úlceras y costras, y con inflamación en los huesos.
Las secuelas de esta infección son terribles, con formación de enormes cicatrices desfigurantes y dolorosas, así como destrucción de huesos. Lo sorprendente es que con tres pastillas de azitromicina se cura totalmente la enfermedad. Y tratando a la población de forma preventiva se puede erradicar la enfermedad de una región.
Por otro lado, la úlcera de Buruli es una enfermedad crónica causada por una micobacteria ambiental: Mycobacterium ulcerans. Esta enfermedad, que afecta a menudo a la piel y, a veces, al hueso, puede causar desfiguraciones permanentes y discapacidad de larga duración. No se conoce el mecanismo de
transmisión de la enfermedad ni hay forma de prevenirla, pero con un tratamiento antibiótico adecuado el pronóstico es muy bueno.
Ayúdanos a hacer realidad el primer laboratorio de anatomía patológica de Burundi
La creación de este laboratorio marca un hito importante en la atención médica de Burundi. El diseño y la ejecución de este proyecto se está llevando a cabo gracias a la implicación importantísima de personas como el Dr. Ricardo Ruiz, jefe de servicio de Dermatología de este hospital y director de la Clínica Dermatológica Internacional, la Dra. Marta Conde, presidenta de la Fundación Kyrikú que cuenta con una amplia presencia en Burundi, y la Dra. Ana Belén Enguita, patóloga de la Clínica Dermatológica Internacional y del Hospital 12 de Octubre.
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