Por Emilie Ngono Assogo (MBA Iae-Poitiers)
Punto focal de Recover en Camerún
Traducción de Carmen Monje, voluntaria de Recover
La violencia de género, y más concretamente la violencia contra mujeres y niñas, es una de las violaciones de los derechos fundamentales más frecuentes en el mundo. No conoce fronteras, ya sean económicas, sociales o geográficas. A escala mundial, se estima que una mujer de cada tres será víctima de violencia física o sexual a lo largo de su existencia.
En Camerún, nueve mujeres de cada diez han sido, por lo menos una vez, víctimas de violencia, ya sea física, sexual o emocional por parte de su pareja; el hombre con quien comparten su vida. Este problema es un reto para las comunidades, que deben romper la cultura del silencio que a menudo mantiene la opresión, la discriminación y la servidumbre con respecto a las mujeres.
CONTEXTO
Según las Naciones Unidas, el 70% de las mujeres en el mundo son víctimas de violencia a lo largo de su vida y una mujer de cada cinco es víctima de violación o de tentativa de violación. Además, 130 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital, principalmente en África.
En Camerún, el 54,54% de las mujeres son víctimas de abusos psicológicos, el 50,24% de violaciones económicas, el 24% de las adolescentes han sufrido el planchado de senos y el 1,4% han sido víctimas de mutilación genital femenina.
Según la asociación de Lucha contra la violencia hacia las mujeres (ALVF, según siglas en Francés), con respecto a la violencia hacia las mujeres en Camerún, en 2011, las estadísticas muestran que a nivel nacional:
– el 55% de las mujeres (de 15-50 años) ya han sufrido diferentes formas de violencia por lo menos desde los 15 años,
– el 20% de las mujeres han sido forzadas a tener su primera relación sexual,
– el 14% de las mujeres han declarado haber sufrido violencia durante su embarazo,
– el 29 % de las mujeres declaran haber sido víctimas de actos sexuales a lo largo de vida,
– en el seno de la pareja, el 45% de las mujeres han sufrido violencia física, el 20% violaciones sexuales y el 42% violaciones morales.
También se muestra que:
– el 51,4% de los actos violentos han sido cometidos por los maridos o parejas,
– el 48% de las victimas declaran no haber buscado nunca ayuda,
– y el 39% de las victimas nunca han hablado con nadie de la violencia que han sufrido o vivido.
Como consecuencia, los tipos de violencias identificadas en Camerún son:
violencia física,
violencia verbal,
violencia emocional o psicológica,
violencia económica,
violencia institucional
y prácticas culturales nefastas, tales como la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados y los matrimonios precoces.
También se puede identificar como violencia cultural en Camerún el hecho de que la mujer sea tratada como una máquina de hacer niños: desde que son pequeñas, las niñas son educadas para servir a los niños. Además, la mujer no tiene derecho a hablar en público delante de hombres.
– En la cultura del extremo-norte, una niña no tiene permiso de pasar delante de los hombres con los zapatos puestos, sino que debe quitarse los zapatos antes de pasar.
– En la sociedad Bamikéké, la virginidad de la mujer es una virtud obligatoria, por eso el destierro de madres e hijas con métodos altamente represivos y a veces inhumanos hace que la libertad femenina sea constantemente violada. Las niñas son objeto de denigración y su sexo es degradado por la complicidad de la tradición; el cuerpo de la mujer es humillado en su integridad para ser finalmente confiscado por el hombre (el jefe de la familia). Cuando un hombre muere, su mujer debe someterse a diferentes pruebas: los ritos de viudedad, que van acompañados de los ritos de inocencia; se trata de justificar su inocencia con ritos corporales. Al convertirse en viuda, la mujer, considerada como un bien familiar, está obligada a unirse a uno de los hombres de su familia política para perpetuar el linaje.
La mayor parte de los actos de violencia son perpetrados por una persona conocida del superviviente y gran parte de los incidentes son premeditados. Generalmente, las violaciones han sido cometidas por personas conocidas y próximas a las víctimas y muy a menudo las familias toleran esas violaciones, lo que hace que denunciar sea aún más difícil.
LA ACCIÓN DE LOS PODERES PÚBLICOS
La violencia de género es una de las prioridades nacionales a nivel institucional central y descentralizado. De hecho, estos últimos años, ha habido esfuerzos considerables con respecto a:
– reflexiones que han conducido a un nuevo contenido del código penal,
– la política nacional ha sido adaptada,
– consideración del género en el código electoral,
– plan de acción ligado a las resoluciones 1325 y conexos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre mujeres, paz y seguridad,
– la aplicación de las disposiciones reglamentarias contra la Viplencia Basada en el Género (VBG),
– la integración de la problemática VBG dentro del sistema jurídico;
– la promoción de mujeres en todos los niveles de las administraciones públicas y privadas y en puestos de dirección, incluso dentro de las fuerzas armadas y de seguridad
– y la implicación de las mujeres en la lucha por su autonomía.
PERSPECTIVAS
– Considerar la problemática de la violencia como una problemática nacional: incrementar el presupuesto de la problemática de mujeres y niñas;
– Promocionar el acceso equitativo de niñas y niños, de mujeres y hombres, a la educación, a la formación y a la información;
– Mejorar el acceso de las mujeres a los servicios de salud, sobre todo en materia de salud de la reproducción;
– Promocionar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el dominio económico y del empleo;
– Promocionar un ambiente sociocultural favorable al respeto de los derechos de las mujeres;
– Reforzar la participación y la representación de las mujeres en la vida pública y en la toma de decisiones;
– Reforzar el marco institucional de la promoción de genero;
– Ayudar a las comunidades a romper la cultura del silencio por complicidad de la mujer a sí misma en sus actitudes de aceptación pasiva y la cultura del silencio por la dominación masculina.
CONCLUSIÓN
A pesar de los esfuerzos realizados, la condición de la mujer en Camerún está hecha de violencias. Desde la baja escolaridad de las niñas en el norte hasta el difícil acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad, a crédito, a la tierra y a los bienes de producción en general, en comparación con los hombres.
Con respecto a esta situación “nadie deber ser acusado de este problema, sino que cada uno de nosotros somos responsable de la solución” así pues, es importante que “juntos, nos comprometamos a tener una sociedad igualitaria, sin violencia y respetuosa de los derechos humanos”.
1- UNFPA- Violence sur le genre. Novembre 2014,
2- ALVF-Violence de genre au Cameroun
3- MINPROFF-Document de Politique Nationale Genre, (2014)
Plan d’Action Multisectoriel de Mise en Œuvre de la Politique Nationale Genre au Cameroun,(2016) www.unfpa.org/fr/node/9348
4- MINPROFF-Document de stratégie-Nationale –contre les VBG -2017-2020