Tres especialistas españoles protagonizan la Misión Cardiológica 2020, que ha recuperado la salud de más de 80 corazones en el país africano
Esta podría ser una de las historias de San Valentín que han hecho latir con fuerza a más corazones. A través de la Misión Cardiológica 2020, el cirujano cardiovascular Gonzalo Aldámiz-Echevarría y los cardiólogos Ignacio Hernández y Beatriz García-Aranda, voluntarios de Recover, han estado durante una semana en Burkina Faso, un país que pese a tener cerca de 20 millones de habitantes no cuenta con ningún centro de cirugía cardiaca.
Esta iniciativa, que se repite aproximadamente cada dos años, se enmarcan dentro del Programa de Pacientes Recover y tiene como objetivos, por un lado, estudiar junto a los profesionales locales los casos que estos han preseleccionado, detectando quiénes serán los próximos pacientes que podrán operarse en España en función de la gravedad de la dolencia. Y, por otro, realizar un seguimiento de los 82 pacientes ya operados. Para que esta información perdure más allá de las fronteras, la historia clínica de los pacientes se incorpora en la plataforma de Telemedicina Salud 2.0.
Además, se trata de una gran oportunidad para compartir e intercambiar conocimientos con los profesionales locales, así como para realizar labores de sensibilización a los pacientes y el personal sanitario, por ejemplo aconsejando sobre la necesidad de acudir al centro médico para prevenir el desarrollo de la fiebre reumática y evitar infecciones que pueden convertirse en problemas de corazón.
Érase una vez…
Hace 13 años, en su consulta de Albacete, el Dr. Aldámiz-Echevarría conoció a Simón, un paciente de Burkina Faso que había viajado a España para ampliar su formación y al que se le descubrió una cardiopatía congénita. Tras operarle con éxito en el hospital español, el cirujano entró en contacto con la situación sanitaria del país africano, donde no existe ningún centro de cirugía cardíaca. Esto provocaba que pacientes como Simón, con determinadas patologías que no son demasiado graves cuando se operan a tiempo, podían tener un desenlace muy diferente en un país como Burkina Faso.
En este contexto, el médico español se desplazó a terreno para poder ver la realidad de primera mano, hablar con algunos cardiólogos locales e investigar la mejor opción para tratar este tipo de casos en el futuro. Al tratarse de un trabajo complejo, se puso en contacto con Fundación Recover, que pasó a hacerse cargo de la organización de lo que ya se ha constituido como el Programa de Pacientes, con el que a día de hoy continúa colaborando en la parte médica del proyecto, con más de 80 pacientes del programa intervenidos, junto a su equipo de cirujanos.
Una amplia red de colaboradores
Este programa no sería posible sin el apoyo altruista de múltiples agentes. La empresa Medtronic Ibérica aporta las prótesis valvulares que darán un vuelvo al corazón de los pacientes y el Grupo Quirónsalud dona los servicios hospitalarios necesarios para las intervenciones en España.
Tras la operación, los pacientes necesitan entre 5 y 12 semanas para recuperarse y someterse a una serie de revisiones hasta que, finalmente, reciben el alta para poder regresar a su país de origen y comenzar una nueva vida. Por esta razón, además del trabajo sanitario, son fundamentales la Institución Sagrado Corazón de Jesús de Albacete y los voluntarios y voluntarias de acompañamiento, que suponen una gran fuente de apoyo al tener la labor de acompañarles en el duro proceso que supone estar lejos de su familia y amigos.
En estos 13 años se ha llegado a tratar a pacientes de más de 10 países africanos diferentes, cada uno con su complejidad para tramitar su visado, pero con un mismo común denominador: el deseo de recuperar su salud frente a la falta de oportunidades en sus países de origen.