Una nueva iniciativa para combatir la desnutrición infantil en África subsahariana
“En un mundo en el que, por un lado, luchamos contra la obesidad infantil, tenemos la contrapartida de la desnutrición por falta de recursos y de conocimientos”. Las palabras de la Dra. Nieves Domínguez, pediatra de la FJD y voluntaria de Fundación Recover, reflejan una realidad que no podemos ignorar. Por eso, bajo mirada atenta y experta, lanzamos NUTRI-m, un nuevo proyecto con el que buscamos mejorar el estado nutricional y de salud de más de 1.000 niños y niñas de entre 6 meses y 5 años en Camerún.
“Según las estadísticas de UNICEF, el 12% de la población infantil de Camerún está desnutrida”, explica Nery Villalobos, responsable de Telemedicina: sanidad que conecta, el programa en el que se enmarca esta iniciativa. “Nuestro objetivo es introducir cambios positivos en los hábitos alimentarios de la población, adaptando el tratamiento nutricional a la situación de cada niño y la realidad de cada familia, estableciendo un seguimiento mínimo de 12 meses por parte de los hospitales y enviando SMS recordatorios”.
De esta forma, gracias al voluntariado de la Dra. Nieves Domínguez y de un equipo de pediatras, enfermeras y nutricionistas desde España, el piloto acaba de arrancar en dos hospitales de las regiones camerunesas de Mbalmayo y Baïgom. “Más allá de conocer la prevalencia de desnutrición aguda y crónica en las dos regiones de intervención, este proyecto busca impactar positivamente en el crecimiento y desarrollo de muchos niños y niñas”, apunta Villalobos. “Y lo haremos a través de la educación nutricional continua de sus padres, madres y tutores, para inculcar la necesidad de ampliar su diversidad dietética con productos locales y, de esta forma, promover el crecimiento, peso y salud de los más pequeños”, explica Villalobos.
“Efectivamente”, continua la Dra. Domínguez, “en el abordaje de la desnutrición infantil es tan importante el tratamiento agudo o crónico de la situación médica como la intervención educacional con las familias: el entorno familiar y social es fundamental. Y es precisamente esa doble vertiente, que es no solo diagnóstica y terapéutica, sino también educacional, lo que lo convierte en un proyecto tremendamente interesante y con una proyección futura que esperamos tenga resultados no solo inmediatos, sino también a largo plazo”.
Para la pediatra, esta es “una gran oportunidad para intentar mejorar el problema de desnutrición infantil en una parte de África. Puede que de momento solo parezca un pequeño grano de arena en el desierto, pero estoy segura de que esta intervención nutricional sentará las bases para hacerlo extensible a otras comunidades y poblaciones”. Con su ayuda, sin duda, multiplicaremos los impactos.