“A pesar de que suena egoísta, cuando viajas como voluntario, aunque trates de dar el máximo de ti, o quizá por ello, el mayor beneficiado eres tú, porque tus vivencias y tu experiencia son inmensas.”
David García Azorín
Voluntariado en Neurocooperación
Tras cuatro viajes a terreno, tres de ellos dentro del programa específico de Neurocooperación, empezamos a darnos cuenta de que hay algunas especialidades, como cirugía, en las que con una sola intervención el problema se soluciona; pero vimos muchos otros pacientes con epilepsia, Parkinson… a los que una sola visita no les generaba un gran impacto.
Por esta razón, en este quinto viaje decidimos cambiar el concepto y juntamos a 40 profesionales sanitarios en Yaundé para realizar una formación sobre neurología, especialmente sobre aquellas enfermedades prevalentes allí como lo es la epilepsia o la cefalea. No era la primera vez que dábamos una charla, pero si la primera vez que lo hacíamos con tan pocos medios, lo que fue un ejercicio muy interesante a nivel de esfuerzo. Todos coincidimos en que era algo muy diferente a lo que conocíamos, aunque seguramente así sería la medicina aquí hace 50 años.
Los profesionales sanitarios respondieron de una forma admirable, mucho más formales de lo que serían en España, y los cuestionarios previos y posteriores demostraron que había un gran cambio en el conocimiento de casi todas las materias. Nuestra idea es que se convierta en algo “viral”, es decir, que nosotros formemos a unos pocos y luego ellos enseñen a otros y aprovechar la experiencia al máximo posible. Como anécdota curiosa, durante las charlas se fue la luz y curiosamente no habíamos previsto esa posibilidad, por lo que nos pilló un poco por sorpresa, pero la verdad es que ellos lo hicieron muy fácil, pues eran muy participativos.
Yo empecé a colaborar con Recover en 2008 como voluntario de acompañamiento y mi primer viaje fue como estudiante de medicina, fui sin tener idea apenas idea, y ahora, 8 años después, voy como “experto” en neurología. Es un poco chocante pero creo que es bueno para ambas partes que ya haya esa confianza entre nosotros.
Además, me gustaría apuntar que cuando viajas allí, tienes que pensar diferente, adaptarte, pues ir con mente occidental solo lo hace complicado. Aunque suene egoísta, cuando viajas como voluntario, aunque trates de dar el máximo de ti, o quizá por ello, el mayor beneficiado eres tú, porque tus vivencias y tu experiencia son espectaculares.
Por último, solo aclarar que hay personas que piensan que si no eres un profesional médico, ingeniero, etc. no puedes ayudar, pero eso no es verdad. En Recover lo sabéis bien; hay cabida para todos, siempre hay formas de colaborar que sean enriquecedoras para ambas partes. Solo hay que perder el miedo.