“Una incidencia como la que tenemos aquí, afectando con la misma virulencia a los países del África Subsahariana, sería una catástrofe sin paliativos”
Valoraciones de Quique Bassat
Pediatra y experto en malaria (IS Global)
«El impacto del covid19 en África representa tan solo el 3,5% del total de casos documentados y muertes secundarias en el mundo. Esto es especialmente destacable teniendo en cuenta que África constituye el 16% de la población mundial. Sin embargo, habríamos de colocar la situación en el contexto de unos sistemas de salud frágiles y con un déficit crónico de recursos humanos y materiales.
Es cierto que, concretamente Sudáfrica, se ha visto afectada de una forma parecida a los países europeos, presumiblemente debido a la variante sudafricana del virus, que ha repercutido muy agresivamente en los países del cono sur de África en esta segunda ola, la cual abre paso a una realidad bastante diferente.
El impacto del virus en la primera ola fue bastante modesto, pero el día a día se ha ido alterando notablemente y de forma paulatina con la implementación de restricciones para limitar la transmisión del virus y contener la epidemia. La sociedad, parece, ha respondido proactivamente y los políticos, salvo algunas excepciones, han estado a la altura, pero también se han ido relajando.
Por esto, ante los pocos casos documentados de covid19, la respuesta natural ha sido ir recuperando la normalidad. Los números en África subsahariana no son ni muchos menos parecidos a los de aquí, pero dentro de sus posibilidades, se han puesto en marcha estrategias de detección y manejo. También se han incluido hospitales de referencia específicos para pacientes covid-19 y han ido mejorando poco a poco las capacidades diagnósticas.
Respecto a las vacunas, se han puesto en marcha mecanismos específicos para financiar la compra para países con bajo índice de desarrollo humano, pero estas ayudas aún no han llegado. Podría ser que lleguen las primeras remesas en marzo vía COVAX, pero de momento, lo único claro es que tu lugar de nacimiento condicionará tus posibilidades reales de acceder a una vacuna que te pueda salvar la vida, y eso es otro ejemplo más de las inequidades en salud existente en nuestro mundo.
Pero, ante la fragilidad del sistema de salud y el gran impacto indirecto del covid-19 en otras patologías como malaria, VIH o tuberculosis, está claro que, si no se mantiene el esfuerzo adicional ante esta crisis sanitaria mundial, las consecuencias podrían ser aún más terribles en estos países. Una incidencia como la que tenemos aquí, afectando con la misma virulencia a los países del África Subsahariana, sería una catástrofe sin paliativos.»
Por todo lo que cuenta Quique Bassat, este 2021 reforzamos nuestros proyectos en África de malaria, diabetes o VIH, porque es fundamental seguir trabajando en paralelo sin dejar de lado el covid-19.
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