Una visita a mi pueblo, en Benín
Haddad Bonou, que colabora con Fundación Recover como voluntario de traducción, nos invita a recorrer Dangbo, el pueblo donde vive en Benín:
«Benín está situado en el oeste de África y limita al norte con Burkina Faso y Níger, al este con Nigeria y al oeste con Togo. Antiguamente recibía el nombre de Dahomey, debido a un antiguo reino de la zona, pero su nombre oficial, actualmente, es República de Benín. La mayoría de la población vive en el golfo de Benín y Porto-Novo es su capital, aunque Cotonou se considera la capital económica. Dentro de Benín se encuentra un pueblo alegre y mágico llamado «Dangbo».
Dónde está Dangbo
Dangbo se encuentra al sur de Benín y es una de las localidades más destacadas del Departamento de Ouémé; se divide en distintos distritos, dentro de los cuales hay hasta 50 aldeas que se extienden en torno a 150 km², donde viven cerca de 96.000 personas.
En palabras del Dr. Carlos Álvarez: «La tierra roja de Dangbo tiene algo que te levanta el ánimo, la sonrisa de su gente, sus vestidos, sus colores, los sonidos diferentes, la música, los tambores, los olores mezcla de vegetación, humedad y gasolina, la luz, los atardeceres rojos, la silueta de los murciélagos sobrevolando las copas de los árboles, todo el paisaje hace que sea un lugar especial, un lugar mágico«.
Etnias y religiones
En la comunidad de Dangbo, tenemos una gran diversidad de grupos étnicos. Se diferencian a través de los distintos saludos, hábitos, costumbres, prohibiciones, tótems, o incluso a través de bailes y cantos durante el culto tradicional u otras ceremonias. El pueblo Wéménou constituye la mayor parte de su población y las etnias tienen una larga historia sociocultural. Sus tradiciones y costumbres eventualmente crearon una simbiosis cultural a través del festival «Wémè xwé» que hoy reúne a todos los pueblos de Oueme.
Dentro de las religiones más destacadas que se pueden encontrar en la Comuna de Dangbo están el cristianismo, el islam y el vudú, que es una de las religiones oficiales de Benín y de la comunidad de Dangbo.
Lenguas y economía
Como parte del Departamento de Ouémé; Dangbo comparte el “Gun-gbe” como lengua más hablada, al igual que ocurre en Hogbonou (Porto-Novo), capital política de Benín. Cabe decir que la lengua Gun es vecina de la lengua Fon, que también se habla en Dangbo, además del Yoruba y Dendi, lenguas de los extranjeros que vinieron a asentarse en Dangbo. Según la historia, el Gun y el Fon son las primeras lenguas habladas en Dangbo.
La agricultura, la ganadería, la pesca y el comercio constituyen el fundamento de la economía local. El maíz y la mandioca son los cultivos más habituales, pues son los productos básicos de consumo. Dangbo tiene gran presencia en el sector agrícola gracias a su cuenca que, por su fertilidad, es una de las más ricas de África.
La ganadería abarca animales como ovejas, gallos, cerdos (por su consumo abundante en todo Porto-Novo) y bueyes. Muchos de esos animales viven libres y solo durante la crecida del río se construyen vallados. La pesca, por otro lado, es cosa de los Toffin que usan, mayormente, los llamados Acadja para grandes explotaciones. También hay pesca de pequeña dimensión con anzuelos y redes. En el comercio, destaca la venta de diversos artículos tales como telas, zapatos, materiales de construcción…
Educación y alfabetización
El sistema educativo de Dangbo se ajusta al nivel nacional, compartiendo sus políticas, y tenemos la suerte de contar con el Instituto universitario de Matemáticas y Físicas de todo Benín.
La enseñanza primaria está siempre presente, así como la media, pues cada distrito tiene un instituto, aunque no todos imparten los últimos años de enseñanza media. Además de las escuelas públicas, son numerosas las privadas que intervienen en la enseñanza primaria y media. Por otro lado, en el nivel superior, además de abrigar el Instituto de Matemáticas y Ciencias Físicas, Dangbo es la sede del Instituto Universitario del Panafricanismo.
En Dangbo se pueden ver varios centros de alfabetización y docentes alfabetizadores. Sin embargo, aún es recurrente el descuido de las poblaciones por aprender a escribir, sobre todo aquellas lenguas ajenas, excepto para las personas más curiosas o las que tienen una vida más cómoda. Es importante continuar con la sensibilización, para que cada vez más gente comprenda lo importante que es la lengua, especialmente la propia.»