El covid-19 no viene solo, llega con medidas que hacen aún más difícil la lucha diaria en el continente africano. Sin embargo, algunas exigencias como el confinamiento difícilmente pueden cumplirse.
Por un lado, porque el 56% de la población vive en barrios marginales hacinados sin condiciones higiénicas adecuadas. Las viviendas, reducidas, integran una media de 6 personas por familia y en ellas el acceso a energía eléctrica es limitado y no está garantizado todo el día (el 60% tiene acceso a energía, pero los cortes son diarios). Además, tan solo el 34% tienen acceso a agua corriente.
Por otro lado, el 70% de la población desarrolla actividades económicas que exigen salir de casa cada día y no permiten la adaptación al teletrabajo. De no poder salir a trabajar, no podrían generar ingresos y las consecuencias serían aún peores.
En esta realidad, ya de por sí difícil, la mejor respuesta es la prevención frente a la pandemia y la atención rápida de los casos positivos a fin de evitar al máximo el avance de la enfermedad. Es por ello que Fundación Recover ha puesto en marcha un proyecto para luchar contra el covid-19 en los países donde está presente.