Es importante educar en hábitos de nutrición infantil y conseguir mejorar un entorno desfavorable
Desde sus inicios, uno de los principales objetivos de Fundación Recover ha sido promover la salud de mujeres y niños en África, tratar la enfermedad que se detecte, y dotar de las herramientas formativas y materiales necesarias para que todos los proyectos que se inicien, mantengan en el tiempo, y logremos así su auto sostenibilidad.
Actualmente entre sus proyectos se encuentra NUTRI-m, que pretende valorar el estado nutricional y los hábitos alimentarios de niñas y niños cameruneses de 6 a 59 meses, con evaluación posterior de los cambios en su estado nutricional tras una intervención dietética y de cambio de hábitos (ámbito familiar, escolar, socio/sanitario), así como y de tratamiento específico en caso de encontrar enfermedades.
Nieves Domínguez es pediatra en la Fundación Jiménez Díaz, con especial dedicación a la cardiología pediátrica y forma parte de este proyecto, donde se ha dedicado a detectar problemas de salud complejos de tal manera que se pudieran solventar.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de tu estancia en terreno?
Lo que más me llamó la atención de mi trabajo en Camerún fue que a todas las revisiones pediátricas acudían siempre niños con deformidades esqueléticas, y todo era por deficiencias nutricionales. Esto en España no se ve porque la alimentación es diferente. Determinadas actividades preventivas que aquí se hacen, allí no, como por ejemplo la suplementación de vitamina D durante el primer año de vida. Por eso, si no se atiende debidamente la nutrición en los primeros momentos de vida, aumentan las deformidades de esos niños.
¿Qué es lo más importante que promueve NUTRI-m?
Lo importante de este proyecto es detectar necesidades y poner soluciones. Evaluamos a niños de diferentes edades para conocer su estado nutricional, pero también su entorno familiar, social, vivienda, condiciones higiénicas, para ver si modificando algo de un entorno desfavorable y educando en hábitos adecuados de nutrición, conseguíamos mejorarlo. No solo es saber si un niño está desnutrido, sino saber por qué y cómo modificarlo. Lo principal es educar y prevenir a la población enseñando determinados hábitos y aprovechar los recursos existentes a su alcance.
¿De qué otras maneras se puede colaborar?
La misión de los voluntarios no solo está en terreno. Se puede ayudar de otras muchas maneras, y para eso la tecnología es muy importante. El programa de Telemedicina y concretamente Nutri m son claros ejemplos de la tecnología puesta al servicio de la salud. Muchas veces se trata de compartir conocimientos y comunicación, sin necesidad de estar ahí presencialmente. Compartir lo que sabemos entre los dos mundos para aprender; porque el conocimiento es lo único que crece si lo compartimos”.