En Fundación Recover cumplimos 15 años y queremos invitarte a un viaje al pasado. A través de 12 historias, una cada mes, recordaremos lo que hemos logrado gracias a vuestro apoyo. Acompáñanos y, juntos, seguiremos construyendo futuro en África subsahariana.
9. Septiembre | Cooperantes y cooperación
8 de septiembre, Día del Cooperante: en un día que rinde homenaje a todas las personas que deciden poner su tiempo y experiencia para apoyar a las poblaciones más desfavorecidas, os traemos la historia de Carmen…
Son muchas las personas que, como Carmen, ponen su mirada más allá de las fronteras y trabajan con las comunidades locales en los lugares más desfavorecidos del planeta para revertir las elevadas cifras de enfermedad y mortalidad. Ella lo hizo, como médica, en el Centro Médico Cristo Rey de Obout (Camerún).
«En mayo de 2019 aterricé, junto con mis tres compañeros de viaje, en un pueblecito al sur de Camerún, Obout. Allí nos esperaba un año lleno de momentos de todas las formas y colores. No sé qué parte de que fuera un año maravilloso se lo debo a la experiencia en el hospital, a vivir en comunidad, a vivir en una zona rural, a la gente, a la calma… Todo hizo un conjunto muy bonito.
Mi pareja, que es internista y yo, (cirujana general), formábamos un buen equipo para sacarnos uno a otro las castañas del fuego. Tirábamos de telemedicina y amigos para resolver problemas a los que nunca nos habíamos enfrentado en nuestros hospitales de primer mundo llenos especialidades y pruebas. Aunque tampoco hace justicia al centro el decir que éramos los dos únicos médicos, ya que el hospital tiene un equipo de auxiliares, enfermeras y enfermeros increíble, capaces de manejar partos, medicación, atender urgencias, realizar suturas, seguimiento prenatal, pasar consulta y un largo etc. Además, nos ayudaron a entender las dificultades sociales ligadas a los problemas de salud, a interpretar el porqué de las decisiones de los pacientes, nos ayudaron a tolerar la frustración que suponía mezclar los asuntos económicos y sanitarios. Nos acogieron con cerveza, cacahuetes, aguacates, deporte a las cinco de la mañana y la naturalidad con la que jugábamos con sus hijos y con la que se reían de nuestra forma de bailar de blancos.
No quiero idealizar la cooperación. Es frustrante, y hay muchos ratos en los que no entiendes nada ni a nadie, y nadie te entiende a ti, pero es un ejercicio bonito de trascender tus esquemas y llegar más a la raíz que nos une, y relativizar lo demás.»
Conoce su testimonio completo aquí.
Próxima entrega en octubre.
8. Agosto | Tu confianza transforma
31 de agosto, Día de la Solidaridad: un día como hoy queremos dar las gracias a todas las personas que, igual que la protagonista de este cómic, colaboran por un mundo mejor para todas las personas…
A veces lo difícil no es colaborar, sino decidir con quién hacerlo. Cuando aportamos algo de forma desinteresada queremos estar seguros de que nuestros recursos económicos y de tiempo se emplean donde más se necesitan. Por eso la protagonista de este cómic y tantas personas como ella acuden a Fundación Lealtad cuando quieren saber si la ONG que conecta con sus valores ofrece garantías. Porque cumplir íntegramente los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas supone un exhaustivo análisis sobre la gestión, gobernanza y transparencia de la organización.
¿Y por qué es tan importante? Porque como bien recalca el sello Dona con Confianza, tu confianza es capaz de transformarlo todo: lleva agua donde no la hay, cuida el planeta, supera obstáculos y facilita el acceso a una sanidad digna en aquellos lugares donde aún no es un derecho, sino un privilegio. Gracias a todas las personas que, como Sonia o Isabel, donan con confianza para alcanzar un mundo más justo para todas las personas.
Fundación Recover es ONG acreditada con el sello Dona con Confianza de Fundación Lealtad por cumplir íntegramente los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas.
7. Julio | Mucho más que voluntariado
30 de julio, Día de la Amistad: en un día que celebra vínculos capaces de traspasar fronteras y tender lazos de solidaridad, os traemos la historia de María y Rodrigue, quienes gracias a un voluntariado han creado una bonita amistad…
María, fisioterapeuta española, ha sido uno de los apoyos fundamentales en la formación de Rodrigue, enfermero camerunés, a través de su voluntariado con Fundación Recover: “En septiembre de 2017 conocí a Rodrigue en el Hospital de Monavebe. Recuerdo que, antes de ir, me dijeron, groso modo, que tenía que formar a un enfermero especializado en fisioterapia que además atendía partos y también operaba… pensé: ¡menuda mezcla!
Al llegar al centro, me encontré con una persona bien capacitada que aplicaba lo que había aprendido en fisioterapia en España de forma correcta con la limitación de los medios locales. Puede parecer sencillo y enriquecedor formar personas en lugares distintos, pero muchas veces también es difícil si no se cuenta con medios adecuados, y ahí es donde descubrí a un buen profesional con ganas de aprender y buscar soluciones a todos los casos que se nos ponían por delante.
Fue un mes de aprendizaje constante en ambos sentidos: Rodrigue fue mi compañero de trabajo y juntos conseguimos, poco a poco, mejorar el servicio de fisioterapia que posteriormente él optimizaría y lideraría. Desde entonces, descubrí que la formación y las ganas de aprender en Monavebe, de la mano de Rodrigue, no eran solo en presencial. Cada vez que Rodrigue, trabajando solo, se encontraba con un caso más complicado, me llegaba su mensaje a 5.000 kilómetros de distancia pidiendo consejo para mejorar el abordaje específico de cara a su paciente y aumentar la calidad de sus intervenciones.
He vuelto dos y cuatro años más tarde al mismo lugar, un mes 2019 y otro en 2021, y me considero afortunada de poder ver el proceso de su trayectoria profesional de cerca. Mejoramos juntos la fisioterapia en un hospital rural del sur de Camerún, pero él aparte continúa formándose en epidemiología y salud pública, y, lo que para mi es más importante, enseña a su círculo cercano en el hospital sus conocimientos en salud y mejora la vida de las personas que se cruza día a día.”
6. Junio | Una historia real en Obout
27 de junio, Día de las Microempresas y las PYMES: en un día que busca reconocer la importancia de las pequeñas y medianas empresas en los objetivos del Desarrollo Sostenible, os traemos una historia real en Obout, con las gemelas Caroline y Carine como protagonistas…
La noche del 2 de julio de 2018, una mujer, en avanzado estado de gestación, acude de madrugada al Centro Médico de Obout, en Camerún, con síntomas de un parto inminente. Ante las dudas que generaba su estado, se le realiza una ecografía que desvela un parto gemelar. Las pequeñas, abrazadas en la tripa de su madre, necesitaban una cesárea. Inmediatamente se prepara el quirófano y se procede a la intervención.
A los pocos minutos, sin embargo, un corte en el suministro eléctrico inhabilita la lámpara cialítica móvil del quirófano y obliga a los sanitarios que estaban asistiendo en el parto a improvisar fuentes de luz alternativas. Las linternas de los móviles, en este caso, se tornan salvadoras…
Afortunadamente la operación fue un éxito y hoy las dos pequeñas, llamadas Caroline y Carine en honor a las dos enfermeras que las asistieron, disfrutan de la infancia junto a su familia. Pero es un riesgo dejarlo al azar. Por eso en Fundación Recover ponemos en marcha proyectos para asegurar un suministro eléctrico estable en los hospitales con los que colaboramos, como estamos haciendo en Djunang gracias al apoyo de Hersill. Porque todo el mundo merece una atención sanitaria de calidad y con garantías.
5. Mayo | Christine y el acceso a la salud
28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres: en un día que busca poner de manifiesto la necesidad de invertir activamente en la salud de las mujeres ante la falta de un acceso equitativo a la salud, os traemos la historia de Christine…
La historia de Christine es la historia de miles de mujeres en África subsahariana que, debido a la falta de recursos, no descubren que padecen cáncer de cérvix, una enfermedad curable en el 80% si se diagnostica a tiempo, hasta que no es demasiado tarde. Las campañas de sensibilización, detección y tratamiento de esta enfermedad en países como Camerún son fundamentales, pues en el contexto subsahariano, la sanidad es 100% de pago y la mayoría de las mujeres solo acuden al médico cuando la situación es muy grave, ya que no cuentan con los medios económicos para realizar revisiones preventivas que, ante enfermedades silenciosas como el cáncer de cérvix, se tornan salvadoras.
Las mujeres africanas tienen diez probabilidades más de morir a causa del cáncer de cérvix que las mujeres españolas.
Las desigualdades que aún hoy enfrentan millones de mujeres en todo el mundo tienen graves consecuencias. Cada día, cientos de mujeres y sus recién nacidos mueren por complicaciones derivadas del embarazo o el parto por cuestiones evitables. La falta de una atención especializada a causa de los bajos recursos económicos o la escasez de profesionales cualificados son solo algunas de las causas. Por todo ello, apoyar un acceso equitativo a la salud para las mujeres africanas tiene un gran impacto en el desarrollo del continente. Ellas tienen un papel fundamental como motor de cambio, pues son las responsables de producir el 80% de los alimentos de la región, están a cargo del cuidado de los hijos e hijas y son, además el 70% de la mano de obra agrícola del continente. Apoyar a las mujeres es apoyar el futuro del continente africano.
4. Abril | Elvi y su embarazo
25 de abril, Día del Paludismo: en un día que busca poner de relieve la necesidad de invertir continuamente en la prevención y el control de la enfermedad de la malaria, os traemos la historia de Elvi y su embarazo…
En la región oeste de Camerún, más allá de Bafoussam, las interminables carreteras de barro se estrechan, envueltas en el intenso verde de la vegetación. En esta zona rural, donde la mayoría de las casas son tambaleantes estructuras de adobe sin acceso a agua corriente ni electricidad, vive la joven Elvi junto a su familia.
Tras una noche más despertando entre sudores fríos, Elvi decidió que era el momento de acudir al centro médico. Un rápido vistazo al exterior de la casa terminó de convencerla: la temporada de lluvias daba un inesperado respiro para recorrer los 6 km hasta el centro en mototaxi. Era un gasto inusual, pero algo le decía que también necesario.
Para Elvi, el centro médico más cercano es el Hospital de Djunang, situado en una colina cercana. Durante el camino, acompañada de su madre, Elvi respira un poco más tranquila: los miedos de un primer embarazo se llevan mejor acompañada, más aún si puede haber complicaciones debido al paludismo. En Camerún, al no haber seguridad social y ser tan escasas las posibilidades económicas, lo normal es ir al médico cuando el estado de salud ya está comprometido, impidiendo la detección temprana de enfermedades.
A las puertas del Hospital de Djunang, Elvi y su madre se apearon de la mototaxi. A pesar de estar a punto de dar a luz, era la forma más segura de llegar al centro. Elvi lo sabe bien: en Camerún al centro médico se va sin prisa. El coste económico y de tiempo para llegar hasta allí, supone que no siempre se pueda volver al día siguiente. Por eso desde primera hora las puertas del centro están llenas de pacientes que pasarán todo el día en el centro. De esta forma, en el mismo día, les realizarán las pruebas necesarias, y les darían el diagnóstico y tratamiento necesarios.
Sobre las cuatro y media de la tarde, tras recibir el tratamiento para la malaria, Elvi comenzó a experimentar las primeras contracciones. Más de cinco horas después, exhausta, dió a luz a una preciosa bebé. Manuela, sonriente, soltó la mano a Elvi para que pudiera estar piel con piel con la pequeña Nasha. Con poco más de 3 kilos de peso, Nasha veía el mundo por primera vez desde el Hospital de Djunang. Tras hacer los primeros cuidados y comprobar que la evolución de ambas era buena, las trasladaron a la sala de maternidad.
3. Marzo | La historia de Nina
1 de marzo, Día de la Cero Discriminación: en un día que busca poner fin a cualquier forma de discriminación, os traemos la historia de superación de Nina…
Desde el año 2008, Nina Ngnegnadju sufría un insoportable dolor de cadera: tenía coxartrosis crónica, es decir, deterioro del cartílago en las caderas, con osteoporosis (podredumbre de los huesos). De origen camerunés y residente en Yaundé, la única esperanza de Nina para aliviar su dolor era una operación de más de 9.000€ que no se podía permitir… hasta que el Dr. Fossoh del Hospital San Martín de Porres la puso en contacto con Fundación Recover, pudiendo así ser trasladada a España para recibir el tratamiento que necesitaba sin coste para ella.
Se estima que más de 5.000 millones de personas no tienen acceso a una cirugía segura y de ellos, el 94% viven en países de medios o bajos ingresos. En África, tan sólo media docena de sus 54 países están capacitados para realizar operaciones complejas. Desde 2007 y gracias al programa Pacientes Recover, durante estos 15 años hemos podido ofrecer una vida mejor a cerca de 170 personas enfermas que necesitaban tratamiento quirúrgico, con intervenciones que, por complejidad o falta de equipamiento y especialistas, no podían realizarse en su país de origen.
En este programa es también fundamental el papel de los voluntarios de acompañamiento. Es gracias a ellos que pacientes como Nina pueden viajar a España con la tranquilidad de sentirse acompañados y acogidos, y así poder hacer frente a operaciones difíciles que tienen por objetivo cambiar su vida a mejor.
En palabras de Nina: “Estoy y estaré siempre eternamente agradecida a Fundación Recover, que me ha dado una sonrisa y me ha devuelto el deseo de vivir. Ahora volveré a caminar sin deformaciones y sin muletas, tendré una vida tranquila y sin dolor”.
2. Febrero | El pequeño Yannis
20 de febrero, Día de la Justicia Social: en un día que busca la igualdad de oportunidades más allá del concepto tradicional de justicia legal, vamos con la historia de Yannis…
El contexto sanitario en África subsahariana es muy distinto al que conocemos en España. En la mayoría de los países, como en Camerún, la sanidad pública es 100% de pago, con precios muy por encima de las posibilidades económicas de la población. Esta situación, sumada a la corrupción hospitalaria y a la escasez de profesionales formados, así como de medios técnicos, provoca que la mortalidad infantil en niños y niñas menores de 5 años sea del 50%.
Por eso en Fundación Recover apoyamos centros médicos privados sin ánimo de lucro que, si bien no son 100% gratuitos porque no podrían ser sostenibles en el tiempo, cuentan con precios asequibles para la población. Estos centros cuentan, además, con una bolsa social para aquellos que no pueden pagar la atención médica. Si un paciente no cuenta con recursos económicos para operarse, aporta algo a cambio. Por ejemplo, su familia dona sangre para reponer la que se invierta en su operación. El trato humano es lo primero, más allá del económico.
Y es que… ¿Imaginas ser padre o madre y no tener acceso a una sanidad de calidad? Seguramente no, porque siempre buscas lo mejor para tu salud y la de tus hijos, y necesitas sentir que estás en las manos y el lugar adecuados. Por eso en Fundación Recover nos comprometemos con el desarrollo sanitario y de gestión de las áreas de maternidad de los centros con los que colaboramos, para crear un espacio seguro, con profesionales formados, que asegure la salud de las futuras madres y sus bebés y, de esta forma, que quedarse embarazada sea motivo de ilusión y no de riesgo por no contar con los medios y los recursos adecuados.
1. Enero | Érase una vez
17 de enero, Blue Monday: en el día más triste del año, vamos con una historia feliz…
Hace 15 años, Cristina Antolín, cirujana española y religiosa de la Congregación Santo Domingo, contactó desde Camerún con los que serían futuros patronos de Fundación Recover, profesionales vinculados al sector sanitario en España, para pedir apoyo en la puesta en marcha de un centro médico. La razón es que Cristina y las compañeras que se encontraban en el barrio de Mvog Betsi, se dieron cuenta de que la población necesitaba tener acceso a un centro médico, pues no existía ninguno en la zona con precios que los habitantes pudieran permitirse, lo que afectaba directamente a su salud y provocaba altas tasas de enfermedad y mortalidad, en su mayoría evitables.
Fundación Recover comenzó así a tomar forma: la primera trabajadora de la organización viajó a terreno para estudiar la viabilidad del proyecto y determinó de forma indiscutible que el centro médico no solo era necesario, sino que tendría un potencial de crecimiento excepcional. Y así ocurrió. Fundación Recover apoyó como primer proyecto la iniciativa trasladada por Cristina: convertir una casa del barrio en un centro médico “improvisado” que creció exponencialmente, pasando de atender 10 pacientes a más de 350 personas al día en tan solo 15 años.
En palabras de Cristina: “Hace ya muchos años empezamos en un pequeño barrio a las afueras de la capital de Camerún, en una pequeña casita, donde hicimos de la cocina un improvisado laboratorio y del salón una sala de operaciones. Con solo 7 camas y la farmacia en el garaje, nos decidimos a poner en marcha un pequeño centro sanitario. Todo ha ido cambiando, gracias al apoyo de innumerables personas de forma anónima, así como de diversas instituciones, y de manera muy específica y desde el primer momento, gracias a la inestimable ayuda de Fundación Recover, que ha hecho posible que aquella pequeña casa se convirtiera en lo que es hoy, un hospital de referencia en Camerún con unidades especializadas de maternidad, diabetes o VIH, entre otras”.