Durante las últimas semanas, son múltiples las teorías que se han podido escuchar sobre el impacto del covid-19 en África. Algunas de ellas pronostican que el impacto será menor que Europa, otras apuntan todo lo contrario. Estos son algunos argumentos:
1. Baja edad media de la población. La pirámide de población africana se soporta sobre una amplia base, donde el 62% tiene menos de 25 años y la esperanza de vida no llega a 60 años. Este sería un factor que inclinaría la balanza en su favor, pues la mayor parte de los fallecimientos se producen en personas mayores de 60 años.
2. Altas temperaturas. También hay diversas teorías que apuntan a que el virus cede o frena con altas temperaturas, características que se cumple en el continente africano, donde se presentan temperaturas más elevadas que en Europa. En el caso de España, Canarias es la zona donde la incidencia está siendo menor a pesar de ser la zona que recibe mayor número de turistas y mayor movimiento de pasajeros del mundo. Sin embargo, este no es el único factor que determina la incidencia: Finlandia, con temperaturas muy bajas, también cuenta con una incidencia muy baja.
3. Población. La teoría que establece que el virus afecta menos a la población africana se apoyó en los estudios realizados en Italia, basados en la baja incidencia del virus en la población migrante que allí habita. Sin embargo, esta teoría se descarta al observar que la mayor incidencia en Estados Unidos la tiene la población afroamericana.
4. Rápida toma de medidas. Si alguna región del mundo ha reaccionado rápido en la toma de medidas, es la región africana. Con muy pocos casos identificados, se adoptaron medidas como el cierre de fronteras y centros educativos y se regularon los horarios de bares. También se impusieron medidas como el uso obligatorio de mascarillas para salir a la calle. Sin embargo, algunas medidas no son factibles en esta región del planeta, tales como el confinamiento o la suspensión de determinados trabajos y su adaptación al teletrabajo.
5. Frecuentes emergencias sanitarias. Hay quienes defienden que, para el mundo occidental, el covid-19 es su primera crisis sanitaria y no tiene experiencia para manejarla. En África, sin embargo, las crisis sanitarias son continuas y están más acostumbrados a tomar medidas y responder adecuadamente a las mismas. Tras conversar con cada uno de los centros con los que Fundación Recover colabora, se constata que el 100% cuenta con protocolos y los ha puesto en marcha para afrontar esta crisis hace ya días. Lo que necesitan, en cambio, son materiales de protección para protegerse, tanto ellos como los pacientes.
6. Población más vulnerable. La incidencia de otras enfermedades es, sin duda, mucho más elevada en África que en Europa, a lo que puede añadirse la desnutrición o malnutrición en muchos entornos. A simple vista, esto debería jugar en contra de esta población, provocando que para el virus sea más fácil entrar y producir peores resultados. Sin embargo, también hay quien defiende que sus defensas son más fuertes, pues su día a día es una batalla contra todas las enfermedades que les rodean.
7. Estructura sanitaria muy debilitada. La estructura sanitaria del continente africano es muy débil y con una gran falta de recursos, especialmente para abordar una crisis sanitaria como la que está provocando el covid-19 en Europa o Estados Unidos. No hay centros médicos preparados, no hay profesionales sanitarios suficientes, no hay ucis (menos de 5.000 en toda la región: cinco camas por millón), no hay respiradores (4.000 en toda la región) y faltan guantes, mascarillas, test de despistaje…
Los datos demuestran que la prevención no solo es necesaria, sino que es fundamental para evitar una catástrofe en el continente africano. Por ello, Fundación Recover ha puesto en marcha un proyecto para luchar contra el covid-19 en los países donde está presente.