Noelia García Martínez, voluntariado en Obout, junio de 2019
«En junio de 2019 viajé a Camerún para trabajar como voluntaria en el Hospital Cristo Rey de Obout. La estancia ha sido muy gratificante, pues fueron 10 días de aprendizaje, de intentar ver, observar, aprender y aportar todo lo posible.
Mi objetivo allí era mejorar los procesos y técnicas de gestión del centro, específicamente a nivel del servicio de atención y seguimiento de los pacientes VIH positivos y del servicio de laboratorio.
A pesar de haber realizado ya más voluntariados, cuando llegas de nuevo siempre es muy diferente, pero aunque existen algunas barreras, como el idioma, ya que yo no hablaba francés, se busca la forma de solucionarlo. Por ejemplo, entre un poco de inglés que sabía el personal local, un poco de francés que aprendí e incluso lenguaje por señas, logramos comunicarnos sin problemas.
Una de las cosas que más facilitaron mi trabajo allí es que el personal está bien formado, saben un montón y la acogida fue estupenda. Tanto en el centro como donde nos alojamos la gente era muy amable, lo que hizo que fuera una experiencia muy positiva.
Sin embargo, es innegable que las condiciones son difíciles. El primer día, por ejemplo, se fue la luz ocho horas. Esto en un hospital provoca muchos contratiempos, pero sin duda hay que adaptarse a la infraestructura existente.
Con esta experiencia aprendemos tanto nosotros como ellos, aunque he de admitir que me llevo la sensación de haber aprendido más de lo que quisiera haber aportado o enseñado. Pero mi propósito es seguir trabajando desde España, enviándoles protocolos de cultivos que puedan serles de utilidad.»